Cuando el amor es una tormenta
| Autor | Jorge Alberto García |
Si bien es cierto que los polos opuestos se atraen, también es cierto que en las relaciones de pareja esto no es siempre lo más adecuado.
No todas las historias de amor son dulces, algunas son verdaderamente tóxicas y no tienen un final feliz, pero no por ello gozan de menos amor y pasión.
La psiquiatra Myrthala Juárez comenta que muchas parejas siguen juntas porque en ellos existe la idea mágica de que en un momento uno va a poder cambiar al otro.
"Ése es un error frecuente. La generalidad de las veces cuando uno está enamorado se enciende un punto ciego en el cerebro que no te permite ver los hechos reales, aunque éstos sean muy evidentes", dice.
LA RELACIÓN TÓXICA
En pocas palabras, una relación tormentosa es aquella que no permite el desarrollo personal de la pareja o de ambos, y merma su estado, ya sea físico y/o emocional, menciona la especialista.
"Funcionan como parásitos y los dos sexos puede ser igualmente responsables: en ellos prevalece la violencia física y en ellas la violencia emocional, como la manipulación, en deterioro del otro y de la misma pareja", explica.
LA BUENA RELACIÓN
Una buena relación es aquella en la que impera la confianza, pero sobre todo el respeto. Si una de las dos no existe está seguramente condenada al fracaso, advierte Juárez.
"Son aquellas en donde no se hacen daño porque establecen un diálogo abierto y franco en el que los dos hablan y se escuchan uno al otro ", señala la presidenta del Centro de Educación e Investigación en Psicoanálisis (CEIP).
Además una buena pareja es aquella que comulga o comparte metas en común, como sacar adelante a los hijos, ahorrar, dedicarse a la religión, a labores sociales o estar a cargo de un negocio.
"Contra lo que se piensa entre más metas tengan en común y más afines sean en el tipo de vida que quieran llevar en un futuro, mejor avenida será la pareja", comparte la psiquiatra.
Relaciones tumultuosas
Algunas parejas en el mundo de la música, la cinematografía y la literatura no han podido sincronizar sus metas y han llevado en cambio vidas turbulentas juntos. Éstas son algunas de ellas.
Signos de alerta
Celos y actitud posesiva que provoca un aislamiento cada vez mayor de la familia y amigos del otro.
Violencia física y/o verbal.
Uso excesivo de alcohol y/o drogas.
Amenaza de suicidios, chantaje o de poner condiciones en la convivencia.
Uso de pornografía en contra de la voluntad de la otra persona.
Enojo excesivo después de recibir llamadas o porque se convive con...
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