La Amazonia: El espíritu de la selva
| Autor | Carla Guerrero |
Fotos: Carla Guerrero
REFORMA / Enviada
MADRE DE DIOS, Perú.- Cuentan que viajeros y exploradores van en busca de oro al río Madre de Dios, en la selva amazónica de Perú. Otros, se han internado más allá para ir tras el Paititi, la ciudad de oro perdida de los incas. Pocos han regresado y sólo una foto aérea muestra un montículo de vegetación que se presume es una pirámide de la ciudad quechua..
Estos secretos, y más guarda, la Amazonia, algunos tan míticos como el Paititi y otros tan terrenales como son los que encierran las plantas y los animales que la habitan.
¿Sabía que las anacondas en verdad hipnotizan a su presa? ¿Que el capibaro es el roedor más grande del mundo? ¿Que de las lianas de los árboles se obtiene un suero contra el veneno de serpiente? ¿Que el árbol de la saripanga y el fruto del huito producen un pigmento para tatuarse?
Hace falta toda una vida para desenmarañar las características de la zona de mayor biodiversidad en el planeta. Para lograrlo, lo mejor es caminar por la selva, pero siempre con un guía pues cualquier acto heroico o "tarzanesco" puede provocar que se pierda y resultar incluso fatal.
Existen leyendas de personas extraviadas que señalan haber escuchado gritar su nombre. Siguiendo esta voz que jamás tomó forma, se perdieron durante días por la selva, lidiando por las noches con serpientes, tarántulas y jaguares. El mito dice que es el "Tunche" o el espíritu de la selva es quien llama a las personas para confundirlas y perderlas.
Si uno se pierde, se busca entre la vegetación al ficus o "árbol de la comunicación". Con un palo, se golpea su tronco que genera un ruido seco y que hará que lo escuchen hasta el otro lado del río.
La selva es una farmacia inmensa. En apenas tres kilómetros de recorrido se hallan árboles y plantas que son remedio de males, como el "árbol sangre de grado", que combate la úlcera, y la ortiga, que alivia la artritis. Hay un árbol de corteza naranja que produce una sabia utilizada por los nativos como yeso en caso de fractura. Cuando se está en la selva, el hospital más cercano puede tomar días para enviar ayuda.
Entre palmeras destaca una muy especial: es la palmera "caminante", llamada así porque cuando pierde sus primeras raíces, desarrolla otras que se entierran en otro espacio de tierra provocando que se desplace hasta 32 centímetros al año.
Desgraciadamente, muchos de estos recursos naturales han sido eliminados a través de la deforestación que ha sufrido la Amazonia por la tala...
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