Un amargo adiós

Marvin cuenta que su madre Araceli, de 52 años, era bondadosa, trabajadora y siempre se preocupaba por darles todo lo que necesitaran.

Trabajaba como personal administrativo en el stand de tiro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ubicado en Balbuena.

Los días de jornada salía de su casa en la Colonia Tlaltenco, Tláhuac, y se dirigía a Venustiano Carranza.

El lunes 3 de mayo, sus tres hijos la estaban esperando para cenar, pero cuando supieron que la Línea 12 se derrumbó, Marvin tomó su bicicleta y pedaleó hasta la Avenida Tláhuac, después a distintos hospitales hasta que finalmente, supo que estaba lesionada.

En el Hospital ISSSTE de Tláhuac, los doctores le explicaron que su madre sufrió un derrame cerebral por un fuerte golpe en la cabeza.

Entonces, a sus 25 años, él se volvió en el sustento de su familia, el responsable de sus hermanos, Nefertari de 17 años y un pequeño de 13.

El viernes, recibió una llamada del hospital. Le dijeron que debía acudir de inmediato.

Al llegar le explicaron que su madre tenía muerte cerebral, que él y su hermana debían despedirse de ella.

"Le dimos muchas palabras de aliento. Yo como soy la cabeza de mi familia, porque mi mamá era nuestro sustento; le dije 'mamita, no te preocupes...

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