Un amargo adiós

AutorCarlos Rubio y Ramón Estrada

GUADALAJARA.- "¡Qué bueno que ya te vas!", "¡Pin... ranchero!".

Así, entre insultos y recriminaciones, Marco Fabián abandonó ayer el Estadio Omnilife.

Acompañado de su novia Ana Bekoa y sus padres, el futbolista se fue del recinto 10 minutos antes de que terminara el juego, justo después de que cayó el cuarto gol del Puebla, con la mente puesta en irse del Guadalajara.

Con lentes de sol y look de rockstar, el mediocampista abandonó uno de los palcos del Omnilife a toda prisa, mientras aficionados que lo reconocieron comenzaron a meterse con él y a insultarlo por su decisión de no jugar.

Un par de horas antes del partido, la directiva rojiblanca informó mediante un comunicado que Fabián no sería convocado ante La Franja porque quería tener la disposición para negociar con tranquilidad su traspaso al extranjero.

"La institución rojiblanca decidió, conjuntamente con el jugador, no incluirlo en la lista de los 18 jugadores elegibles para enfrentar en la Jornada 6 al equipo del Puebla, en el Estadio Omnilife, y que el jugador explore las posibilidades en la toma de la decisión definitiva que marcará el rumbo de su carrera deportiva", informó el club.

La decisión de sacarlo de la concentración fue del presidente deportivo, Dennis te Kloese, y el hasta ayer entrenador del equipo rojiblanco, Benjamín Galindo, quienes buscaron que el grupo se mantuviera al margen del asunto.

Además, temían que el volante dejara de entregarse al 100 por ciento con el objetivo de cuidarse físicamente ahora que su traspaso está cerca de concretarse.

Todavía sin confirmarse qué equipo está...

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