Amansa Taibo I sus recuerdos

AutorSergio R. Blanco

Si recordar es una palabra que no señala una operación intelectual, sino un asunto que consiste en volver a poner en el corazón algo que por distracción se había escapado de él, Paco Ignacio Taibo I ofrece en el volumen Para parar las aguas del olvido la certeza de que su corazón se ha recargado, expresó Germán Dehesa.

"Compartí y paseé con Paco Ignacio Taibo por los jardines de su memoria y de sus recuerdos y no se nos puede olvidar que recordar es una de las virtudes de la imaginación. Las cosas nunca fueron como las contamos, pero gozamos de la ventaja de que nadie sabe cómo fueron realmente", expresó Dehesa a propósito del libro, durante su presentación la noche del jueves en el Centro Cultural de España, donde también estuvieron Humberto Musacchio, Juan A. Ascencio y Paco Ignacio Taibo II.

Publicado por primera vez en 1982, el libro es reeditado por Ediciones B con un prólogo donde Ángel González hace un inventario de "tantas cosas viejas y rotas" y con un epílogo en el que Manuel Lombardero rememora un "Oviedo levítico, atemorizado y hambriento".

Es precisamente en la urbe asturiana de Oviedo, cercana al Gijón que vio nacer a Taibo I en 1924, donde cinco adolescentes provincianos -uno de los cuales es el propio autor- van deshebrando una historia que se desarrolla en la España de los últimos años de la Guerra Civil (1936-1939) y en los primeros de la posguerra, periodo de hambrunas y miseria que para muchos fue peor que el propio conflicto bélico.

La autobiografía de Taibo I, quien llegó a México en los años 40 para quedarse, se va hilvanando a través del cuerpo del relato, con una prosa que Dehesa definió como sosegada, mansa y amable.

"Todo libro de memorias es...

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