Alvaro Vallarta Ceceña / Instituciones y caudillos
Autor | Gral. Alvaro Vallarta Ceceña |
Todos quieren cambios cuando están en desacuerdo con una situación imperante, cuando la necesidad lo requiere, cuando la ley lo obliga, cuando la voluntad se impone y cuando hay acuerdos para hacerlo. Los cambios se dan en forma natural, de manera pacífica y hasta violentamente. Todo cambio tiene su tiempo, su espacio y su circunstancia. El cambio, el tiempo y las circunstancias son permanentes y en la realidad se producen y nos afectan de diversas maneras, a veces para bien, a veces para mal, a veces, como se dice por ahí, ni nos perjudica ni nos beneficia.
En este tiempo, se dice, y efectivamente así acontece, la humanidad está viviendo épocas de cambio, aunque en realidad los cambios en todos los campos de poder siempre han existido. ¿Cuánto tiempo y circunstancias tuvieron que ocurrir en lo político para superar la imposición que hacían el más fuerte, el caudillo, el soberano, el emperador o el dictador a sus gobernados? ¿Cuánto tiempo y circunstancias tuvieron que ocurrir para que los gobernantes se sujetaran estrictamente a la ley? ¿Lo hemos alcanzado?
En México, para no remontarnos a los aztecas, a los imperios de Agustín de Iturbide y de Maximiliano de Habsburgo o a las dictaduras de Ignacio López de Santa Anna y de Porfirio Díaz, tan sólo recordemos a Plutarco Elías Calles cuando dijo que México debería pasar del gobierno de los hombres al de las instituciones. Desde que lo dijo hasta hoy, con altibajos y claroscuros en nuestra historia, hemos avanzado y cada día se consolidan las decisiones de las instituciones sobre las de los hombres y la ley sobre el abuso y la impunidad. Efectivamente, mucho falta por hacer y mucho hemos avanzado y seguiremos avanzando, eso nadie debe detenerlo, ni la publicidad.
Hoy, con la mercadotecnia, parece que se nos quiere conducir a un retroceso y que sean nuevamente los hombres los que estén sobre las instituciones. No es una fotografía o una silueta lo que está en juego en la actual campaña electoral que estamos viviendo los mexicanos, son principios por los que tanto hemos luchado, son instituciones a las que debemos fortalecer y es el futuro de nuestro país lo que corren los riesgos si retrocedemos al caudillaje, si de nuevo impera el poder del hombre sobre los hombres.
Si un hombre, con su personalidad y carácter, es el que avasalla y se impone a hombres de principios y a los integrantes de un partido político, si ese mismo hombre, con la propaganda, intenta imponerse a los ciudadanos de un país...
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