Empresa/Meollo del alud

AutorAlberto Barranco Chavarría

A título de sugerencia, la opción planteada por el más elemental manual de contabilidad, la había sembrado desde 1997 la OCDE, el club de países ricos al que pertenece México desde 1994, al fragor del escándalo desatado frente a la magnitud del costo fiscal comprometido para el rescate bancario.

De acuerdo con el instituto central encabezado por Guillermo Ortiz, "una contabilidad amplia de las finanzas públicas debe incluir aquellas operaciones que se registran fuera del balance público. Concretamente, los registros fiscales deben extenderse a operaciones como las relacionadas con los proyectos de infraestructura de largo plazo (Pidiregas); las obligaciones del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario de los Programas de Apoyo a Deudores y la intermediación de la banca de desarrollo y de los fideicomisos de fomento".

Incluido en las Consideraciones Finales de su Informe Anual del año pasado, el texto del Banco de México señala a la letra que "al considerar estos conceptos en el análisis de las finanzas

públicas, se hace más evidente que las necesidades de financiamiento son considerablemente mayores. Su cuantía propicia tasas de interés elevadas y

reduce los recursos disponibles para el financiamiento de la inversión productiva al sector privado".

Más aún, "existen también otras obligaciones que podrían representar una carga sobre las finanzas públicas en los años por venir. Entre ellas, destacan el endeudamiento de algunos Estados del país y las posibles contingencias relacionadas con los fondos de pensiones, federal y estatales, así como los de algunos organismos y empresas públicas y universidades entre otras".

La paradoja del caso es que hayan pasado 4 años del alerta de la OCDE para que el Banco de México se diera cuenta del formidable vacío, que según las cuentas del grupo financiero BBV-Bancomer que le hemos venido planteando, representa un inaudito ¡125 por ciento del Producto Interno Bruto!

¿Hasta el año pasado podía sobrevivir sin problemas el país con la doble contabilidad?

Lo cierto es que la rendija se abrió cuando, en la sorpresa de propios y extraños, el Secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, en la búsqueda febril de argumentos para apuntalar la propuesta de "Nueva Hacienda Distributiva", reveló que el déficit real de las finanzas públicas, planteado para cerrar el año con el equivalente al 0.65 del PIB, y los siguientes en el 0.50, alcanzaba cuatro puntos, es decir ocho veces este último.

Y lo cierto, por lo...

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