Alma Delia Murillo / ¿Y cuál es el pacto?

AutorAlma Delia Murillo

De acuerdo. Ya entendimos que el Presidente no entiende que no entiende. Lo entendimos, pero no lo aceptamos. Y si el presunto violador Félix Salgado llega a gobernar el estado de Guerrero, lo entenderemos, pero no vamos a aceptarlo nunca. Aceptarlo sería someternos al pacto que señalamos. Así que ante la sordera de aquél, abro un diálogo con otros hombres, con quienes sí quieran escuchar. ¿Pero cuál es ese pacto?

Hablamos del pacto de la masculinidad tóxica, el pacto del patriarcado. En su libro Las estructuras elementales de la violencia, la escritora Rita Segato elabora sobre la explicación de la masculinidad como un mandato que exige a los hombres que pongan a prueba tres atributos principales: potencia bélica, potencia sexual y potencia económica.

Guerra, sexo y dinero.

Desde los guerreros icónicos, históricos y literarios como Ulises, Alejandro Magno y Napoleón o las guerras promovidas por líderes como Hitler, hasta conflictos bélicos recientes como el de Afganistán, donde la narrativa colocaba a nivel de héroes tanto a George W. Bush como a Osama Bin Laden, la guerra es masculina. Los delirios bélicos son masculinos y todo lo que deriva de ello como la construcción de muros y murallas, la consecución de armamento, el engrosamiento del Ejército y hasta la obsesión con los enemigos reales o imaginarios.

Guerras armadas, guerras políticas, guerras territoriales, guerras entre el crimen organizado.

La guerra es un invento del patriarcado y los miles de millones de muertos que ha dejado a su paso, también.

Y luego está el sexo como una vía de iniciación a la masculinidad tóxica, una práctica milenaria: un grupo de amigos que incitan a otros a tener sexo, hijos llevados por sus padres con una trabajadora sexual para que se hagan hombres, pintas en los baños diciendo que a Juan o a Pedro "no se le para". Amigos en un chat de WhatsApp que comparten fotos íntimas de sus novias o que juegan entre sí con intención de degradarse llamándose "perrita" y "zorra", o provocándose con el juego de ver quién le mete a quién qué cosa porque eso los debilita sexualmente proyectándolos como hembras. Parientes, compañeros de trabajo y de partido que guardan silencio cuando ven a otro cometer abusos contra una o varias mujeres.

Empresarios, abogados, productores de cine, vicepresidentes de compañías que luchan encarnizadamente por ser el número uno en la lista de millonarios; el que más vende, el que tiene la cartera de...

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