Alguien el Octavo Pasajero / El Viaje aromático

Hace aproximadamente dos meses me robaron mi carro, desde ese entonces abordo día con día el Metro.

Hoy como todos esos días llego a la estación, ahí nos detienen en los torniquetes; desde ahí las cosas se estaban viendo mal, por fin entramos, y en los vagones, esta peor que una manifestación del Gobierno Federal, trato de correrme hacia adelante, porque pienso que será más fácil poder abordar.

¡Pero todo es inútil!

Entonces pienso que si logro colarme por los vagones donde solo van las mujeres quizás tenga suerte, y así lo hago.

El policía que ahí estaba tratando de ayudar a la gente, para que pudiera abordar, se encontraba tan distraído que fue cuando pude entrar al vagón de las mujeres.

El vagón avanza y entre la estación San Lázaro y Candelaria se detiene. Uno... dos... tres minutos y seguíamos ahí detenidos. La situación era, por demás, desesperante.

En eso se va la luz y los ventiladores dejan de funcionar, el calor que ahí se sentía era insoportable. De pronto entre la obscuridad y el silencio, se escucha como si una abeja estuviera preparando su aterrizaje, (Bbzzzzzhhh...)

Algo horrible y asqueroso acababa de ocurrir. De pronto alguien se había echado un ¡PEDO!

Pienso que la intensidad fue de 8.5 en la escala de Richter (eso calculando a grandes rasgos) ¿o a caso sería una bomba de neutrones?

La idea se me fue de la cabeza, pues por el momento estamos en paz con los gringos, bueno eso creo yo.

La realidad era que ahí apestaba peor que si se...

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