Alfonso Cuarón: El genio seductor

AutorDoly Mallet

Las mujeres salían de su suite con cara de éxtasis. Vistiendo formales en trajes sastre -o con sus mejores galas, como si fueran a un date-, las periodistas de renombre peleaban como adolescentes por ver a quién le había dado más tiempo, a quién le había dado la mejor nota, a quién le había sonreído... Acababan de entrevistar a Alfonso Cuarón.

El efecto era igual con los hombres. Todos con una sonrisa y ojos desorbitados, presumían sus fotos con él y lo veían como un héroe al que hay que seguir, un ídolo.

Los críticos más escépticos y duros se convertían en fans al instante y, prácticamente, nadie escapaba de su poder.

EL SEDUCTOR

Entro a su suite para analizar qué era lo que hacía a Cuarón tan cautivador. Raro, porque la mayoría de directores de cine se sienten dioses y te miran de forma despectiva con aire de soberbia pretenciosa... Eres un vil mortal que no entiende nada. Pero este chilango de 52 años te saluda como a un amigo de toda la vida al que le da verdadero gusto verte.

Ya en entrevista, sientes que te crece el cerebro, que estás aprendiendo de un genio, pero no, en realidad te estás tomando un café (o una chela) con un cuate con el cual puedes pasar de física cuántica y teología a las telenovelas mexicanas con la misma intensidad.

El tiempo se detiene, te sientes especial, cercano, importante, pero sales y ves las miradas inquisidoras de los demás, te das cuenta de que todos sintieron lo mismo. Y sabes que las siguientes veces que lo entrevistes será igual. ¡Bienvenido al club de fans de Cuarón!

Pero ¿es sólo su carisma lo que lo ha llevado a la fama? ¿Cuáles son todas las piezas que lo han hecho ser uno de los más grandes genios de la cinematografía contemporánea?

EL REBELDE

"Para mí, ustedes han sido parte fundamental de mi carrera, siempre están presentes", dijo mientras recordaba la anécdota que marcaría su relación amorosa con la prensa mexicana: su primera película, Sólo Con Tu Pareja (1991), no iba a recibir apoyo del gobierno para su producción.

En ese entonces, el cine mexicano todavía estaba acostumbrado a directores como Arturo Ripstein o Felipe Cazals y era cuestionable apoyar a un treintañero que no había sido admitido en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) por aplicar demasiado joven, que fue expulsado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) por hacer una película en inglés y que se había peleado con el cineasta Luis Mandoki, con quien había trabajado de asistente.

¿Sólo Con Tu Pareja, una comedia romántica que hablaba del sida? Algo muy original para el Imcine de esa época. Los periodistas, ya cautivados, apoyaron a aquel joven que parecía venir a revolucionar la industria y...

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