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Alfonso Elizondo / Obama, paz e hipermedia

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Vincent
AutorAlfonso Elizondo

La participación del 64 por ciento del total del electorado en las elecciones de noviembre 4 representa un hecho poco común en la historia de los Estados Unidos.

Durante el siglo 19 ocurrió sólo una vez, cuando Zachary Taylor, el militar que encabezó la invasión de México, fue el candidato presidencial que triunfó en 1849 e inauguró la larga etapa guerrera de los Estados Unidos.

Fue durante esa segunda mitad del siglo 19 cuando ese país empezó a experimentar un cambio en su mentalidad colectiva, al dejar de ser una nación que utilizaba sus fuerzas militares en el resguardo de su soberanía territorial, para convertirse en un guerrero que buscaba apropiarse de las riquezas naturales de otras naciones más débiles.

Desde entonces, los Estados Unidos se ha caracterizado por ser una nación guerrera. De hecho, gran parte de su desarrollo económico ha estado basado en su estrategia de dominio militar que le permitió impulsar a los más grandes sectores industriales, de servicios y de productos de consumo inmediato, cada vez que instalaba una guerra en alguna región del planeta.

Aunque el negocio de la guerra decreció notablemente después de la Segunda Guerra Mundial, los gobernantes estadounidenses conservaron esa política guerrera a pesar de que desde la Guerra de Corea las invasiones dejaron de ser rentables y fueron más los costos políticos y económicos que los beneficios obtenidos.

Para bien o para mal, el triunfo absoluto de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial les otorgó, "de facto", el derecho de construir un orden mundial a la medida de sus deseos, en el que se arrogaba el derecho de segregar de forma diplomática o de punir con sus fuerzas militares a los regímenes políticos que no encajaban con su visión maniquea del mundo, en la que había degenerado la ética escrupulosa de los primeros cuáqueros americanos.

La aciaga mezcla de la deficiencia mental de Bush y la enorme ambición de Cheney y el grupo de neoconservadores que lo manipulan han...

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