El alfabeto de los sentidos
| Autor | Carlos Rubio |
MADRID.- De México, la escritora cubana Mayra Montero guarda recuerdos muy buenos y muy malos. A México llegó cuando salió de Cuba y era una muchachita, dice.
Para esta mujer, quien acaba de ganar la vigésima segunda edición del premio de literatura erótica La Sonrisa Vertical con su novela Púrpura profundo, México es parte de uno de los momentos más importantes de su vida.
Mayra Montero vive ahora en Puerto Rico y no ha vuelto a la Ciudad de México desde hace 12 ó 13 años, aunque ha estado en Guadalajara un par de ocasiones.
"El domingo pasado", comenta, "le dediqué mi columna dominical del periódico puertorriqueño El Nuevo Día a Vicente Leñero, porque leí una novela suya, La vida que se va, una de las grandes novelas que se han escrito en México, una novela deliciosa que recomiendo rotundamente. Y da la casualidad de que habla de una época en la que estuve en México, en el año 72-73, y de los Diablos Rojos del México, equipo en el que tenía muchos amigos.
En entrevista con REFORMA, la escritora y periodista nacida en La Habana recorre la geografía de su obra narrativa a través de sus personajes, estilo y temas, y reflexiona sobre el erotismo, el oficio de escribir y los vaivenes de su vida personal, marcada por el exilio y el encuentro de una nueva patria.
¿Por qué eligió para Púrpura profundo, su más reciente novela, la música clásica y no un tipo de música tal vez más caliente, como el bolero, la salsa o el merengue?
En la novela hay una frase en la que uno de los personajes habla de acceder a la música a través de una sensibilidad distinta: la del deseo. Yo creo que sí utilizo una música caliente, porque tan caliente como el merengue, la salsa o el bolero, pueden ser algunas piezas clásicas. Claro, es otro tipo de calentura; pero hay compositores tremendamente sensuales como Tchaikovsky, Chopin, Satie o Ravel; e, incluso, compositores nórdicos que podrían parecer fríos como Sibelius, son eróticos. Nosotros vemos esta música como música culta, seria, que lo es, pero hay que aprender a ver la música clásica desde ese otro ángulo de la sensualidad y el deseo".
¿Musicalmente cree que el rock es frío?
No, lo que pasa es que yo no soy muy amante del rock y del jazz. Mi marido, que es muy amante del jazz, me trajo una vez un libro que se titula ¿Existe alguien a quien no le guste el jazz? A mí no es que no me guste, pero no lo disfruto como disfruto otra música. Y con el rock me pasa lo mismo, aunque tengo algunos autores que me gustan. Pero...
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