Alertan en NL por racismo
| Autor | Daniel Santiago |
En Monterrey el racismo se manifiesta de manera tan sutil, que se vuelve invisible. A diferencia del que ocurre en Estados Unidos contra la comunidad negra, en la Ciudad se muestra con otra población, la indígena.
Las burlas en las escuelas al niño que recién llegó hablando una lengua originaria, la persecución de inspectores de comercio contra artesanos en las calles para arrebatarles la mercancía, o la expectativa de que su rol laboral debe ser el de una trabajadora del hogar, albañil o ambulante, todo construye segregación, maltrato y discriminación por motivos étnicos.
Juan Antonio Doncel, antropólogo español que radica en Monterrey, comenta sobre el racismo en la Ciudad.
"Aquí está más focalizado en el indígena, que, curiosamente, es lo que se entiende como el origen de lo mexicano", señala el director del Centro de Estudios Interculturales del Noreste, en la U-ERRE.
En un estudio realizado entre jóvenes de preparatoria para conocer su percepción sobre el indígena, el investigador encontró estereotipos como "incapaces de progresar", "conservadores de sus tradiciones", "higiénicos a veces" y "pelo negro".
Cuando se les preguntó qué pasaría si tuvieran un maestro indígena las respuestas fueron entre las risas y las burlas, recuerda Doncel.
En un País donde es común que la palabra "indio" tenga un uso peyorativo, para aquellos jóvenes imaginar a un integrante de un pueblo originario como autoridad en el salón de clases era difícil.
La migración de comunidades indígenas para asentarse en Nuevo León se aceleró en los años 90. Se calcula que actualmente hay más de 60 mil personas hablantes de una lengua originaria.
LA DISCRIMINACIÓN
En la encuesta 2019 de Cómo Vamos Nuevo León, presentada el 28 de enero de este año, se encontró que la percepción de que en Nuevo León se discrimina se incrementó de 66 por ciento a 76.6 por ciento, en un año.
Las personas consideraron que la principal causa por discriminación en Nuevo León es el ser indígena. Le siguen ser migrante, tener una discapacidad, la orientación sexual, el peso, la edad, tener tatuajes, ser pobre, tener una enfermedad y el color de piel.
En 2014, Conapred indicó que, entre las principales zonas metropolitanas de México, Monterrey tenía los mayores niveles de intolerancia a personas indígenas, migrantes y gays.
Julieta Martínez es tének. Al llegar a Monterrey fue trabajadora del hogar. Actualmente es profesora universitaria. Se ha convertido en una activista por los derechos de las...
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