Alerta Glucksmann sobre nuevo nihilismo

AutorCarlos Rubio

REFORMA / España

MADRID.- El fantasma del nihilismo recorre el planeta. Su amenaza es global y cualquier ser humano puede ser tentado. Según el filósofo francés André Glucksmann, este nuevo nihilismo impulsó a los terroristas de Al Qaeda en su viaje hacia la muerte, al estrellarse contra los símbolos de Nueva York. Fue el anuncio de una nueva era.

Autor de célebres ensayos como El discurso de la guerra, Cinismo y pasión y La estupidez: Ideologías del posmodernismo, Glucksmann, uno de los artífices del mayo francés del 68, acaba de publicar su más reciente ensayo: Dostoievski en Manhattan (Taurus), una lúcida reflexión sobre los avatares del mundo occidental en su devenir frente a las nuevas amenazas del mal y las consecuencias de "ignorar el bien".

En el nihilista de hoy, establece el autor nacido en 1937, "no hay remordimientos; es un relativista al que no le importa el daño que causa al prójimo". En ese sentido, dice, "cualquier persona que lleve una cuchilla puede transformar un avión en una bomba mortífera. Por eso, lo ocurrido en Manhattan el 11 de septiembre de 2001 es un crimen muy grave que anuncia el Siglo 21. Pero también tiene un alcance universal, porque de forma más o menos discreta, la mitad del mundo aplaudió lo sucedido pensando que los norteamericanos se lo habían ganado, que ellos eran responsables de los hechos".

En todo caso, es el mejor ejemplo, dice, "de un crimen nihilista. ¿Por qué? Porque está más allá del islam; porque esa capacidad de suicidarse no es exclusiva de los islamistas; porque no deberíamos conformarnos con esa explicación y habría que juzgar a los hombres por sus acciones, y porque esa capacidad maligna está en todos los hombres. Hoy, la Zona Cero está también en Chechenia, que ha sido arrasada por los rusos, y está en muchos lugares olvidados, de forma que el crimen nihilista no es un campo exclusivo de los islamistas. Europa también ha conocido formas nihilistas de exterminio, y su resultado fue el fascismo nazi".

El origen de este nuevo nihilismo, Glucksmann lo sustenta en la novela del escritor Fiodor Dostoievski, Los endemoniados, donde un ejército de ateos y creyentes arrasa Rusia. "En esta obra se dice que podían permitirse cualquier cosa en nombre de Dios y porque Dios no existe. Lo que el nihilista proyecta para mañana lo hace hoy, y en nombre de un mañana diferente masacran cuanto encuentran a su paso. Yo conocí en Chechenia mercenarios que tenían tatuado el lema: 'Toma lo que quieras'. Eran...

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