Alemania invita el postre

AutorGabriela Mitri

Fotos: Karime García-Travesí

Los árboles van soltando sus hojas, el clima empieza a refrescar y ya se antojan los panqués, strudels y galletitas típicas de la pastelería alemana. ¡No cabe duda que ha llegado el otoño!

Esta repostería será, como lo ha sido siempre, protagonista de la venturosa temporada del año que invita a degustar lo dulce y calientito de los postres.

El aroma de un strudel de manzana recién salido del horno o la vistosa apariencia cremosa de un pastel selva negra vuelven irresistible la tentación de conocer más sobre la cocina germana y las delicias que de ella surgen.

Para identificar bien los dulces personajes que integran el elenco gastronómico de la cuna de Beethoven, hay que conocer dos de los términos en los que se basan estos postres: torte y kuchen.

"Torte para nosotros es un postre que lleva un alto grado de crema o líquido, que es más jugosito, y el kuchen es más seco, como un pastel o pan", explica Emmerich Irrgang, chef ejecutivo del Hotel Sheraton Ambassador.

A diferencia de los postres bandera de otros países, dentro de la repostería alemana el pan es una de las constantes, agrega Irrgang.

"El uso de pan es muy típico", señala el chef. "De hecho, hay gran variedad de masas y panes, porque hay más pasteles que postres en la repostería alemana".

Sin embargo, a excepción del selva negra, que se las ha ingeniado para convertirse en uno de los más populares en México, en los pasteles alemanes el betún no es la cobertura por excelencia, pues es el glaseado de vainilla, limón o naranja, la forma más popular de vestir un pan.

Pero es la fruta la estrella indiscutible de los postres germanos. Esta...

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