Alejandra Rangel / Ciudadanía y sociedad
| Autor | Alejandra Rangel |
La rebelión de los egipcios ha tenido un gran impacto en el mundo, que, incrédulo, mira el derrocamiento del dictador y la presencia de los jóvenes negociando con el ejército las condiciones de la transición, algo imposible de pensar hace unos años.
De pronto pareciera suscitarse a nivel internacional una toma de conciencia de la fuerza del poder ciudadano, el significado de su lucha política y lo que tal vez serán las nuevas estrategias que regirán en un futuro a muchas naciones.
Al menos se percibe como un deseo generacional parecido al 68, cuando los universitarios a nivel internacional se pronunciaron por la democracia y en contra de los sistemas opresores.
Pero lo que debiera ser una corriente mundial no se ha permeado en nuestro país.
A los políticos mexicanos les resulta muy fácil hablar de ciudadanía, pero sólo en el discurso, porque al momento que surgen los grupos civiles, que aparecen sus manifestantes y sus ideas, no se les escucha, ni se respetan sus demandas, y menos les dan voz y voto en la toma de decisiones de las acciones públicas.
Todavía creen en los cacicazgos y dominios absolutos, están anclados en una antigua visión de la política concentrada en la relación entre una persona y el Estado, sus derechos y deberes, la capacidad de elegir, ser elegidos y ocupar puestos públicos.
La realidad es otra, pues además de lo ya señalado, un ciudadano debe ser alguien que no sólo se sabe perteneciente a una comunidad o país, sino que se preocupa porque esa comunidad sea libre, fraterna y justa; además expresa lealtad hacia ella, y tiene claro que la sociedad cambia no sólo desde la política, sino desde la sociedad civil, y Egipto y Túnez lo han demostrado.
Sin embargo, y a pesar de los ejemplos vivos que tenemos del poder de la ciudadanía, los mexicanos se sitúan en una posición muy individualista, con una visión poco comprometida por el otro.
Así lo demuestra "El Mexicano Ahorita. Retrato de un Liberal Salvaje", un proyecto de rango nacional organizado por Nexos en el otoño del 2010, apoyado por un estudio cualitativo emprendido por la empresa Lexia, mediante grupos de discusión abiertos y entrevistas a personas de todos los niveles socioeconómicos, ocupaciones y edades, y un estudio cuantitativo con encuestas levantadas por la empresa Gaussc en mil 794 hogares.
El proyecto consistió en medir las aspiraciones de los mexicanos, sus sueños, deseos, definiciones frente al pasado y al futuro, el esfuerzo requerido para alcanzar las...
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