Aldo Farías / Mucho futbol, poca calidad

Pocas cosas en la vida nos enseñan a valorar lo que tenemos como la abstinencia, por eso dicen que el ayuno es el maestro de la alimentación.

El ayuno como herramienta no sólo es utilizado por las diferentes religiones y los mamadores que utilizamos el "ayuno intermitente" para controlar nuestro peso, también es una de la principales estrategias de las grandes mentes del entretenimiento deportivo.

El mejor ejemplo de cómo manejar el ayuno deportivo a favor de la industria lo encontramos en la NFL. No existe un arranque de temporada más esperado que el de la Liga Nacional de Futbol Americano, y aunque la mayoría pensará que es por el gran espectáculo que ofrecen, los invito a reflexionar si los siete meses que pasamos sin americano tendrán algo que ver en lo mucho que la extrañamos.

Otra punto clave en el éxito de su producto es que sólo hay un campeón, definitivamente el Super Bowl no fuera lo mismo si se jugara dos veces al año. Algo que en México estamos lejos de entender, ya que los equipos tienen unas siete oportunidades para ganar algo en el año (Apertura, Clausura, Copa MX, Concacaf, Campeón de Campeones, Supercopa y Leagues Cup). Hay tantos trofeos disponibles por año, que por lógica su valor desciende.

Arrancó el Torneo Clausura 2020 de la Liga MX con el mediocre nivel que suele iniciar, las malas entradas en la mayoría de los estadios y un desinterés generalizado por un producto que acaba de terminar hace 11 días.

A la lista de cosas que ya sabemos sucederán en cada arranque del futbol mexicano, debemos agregar la hueva con la que los contendientes al título suelen comenzar. El primero en darse cuenta de esta vulnerabilidad en el sistema fue Tigres y probablemente por eso resultó el...

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