Alcanzando a papá
| Autor | Pete Mcentegart |
Sports Illustrated
Big Daddy (Papá Grande) está en su elemento. Apretando un puro sin encender entre los dientes, Cecil Fielder se sienta en las gradas de un otrora estadio de beisbol de las Ligas Menores en Sebring, Florida, mientras algunos de los mejores jugadores de preparatoria de Florida realizan una práctica de bateo antes de un juego de estrellas interestatal. Sentados cerca de él están 60 buscadores de talento y ejecutivos de equipos haciendo apuntes en preparación para el draft de las Ligas Mayores, que está a menos de dos semanas de distancia.
Los hombres del beisbol reconocen fácilmente a Big Daddy, quien conectó 319 jonrones en 13 temporadas en las Grandes Ligas, incluyendo 51 con los Tigres de Detroit en 1990, en la época en que 50 todavía era un número mágico. Fielder encabezó las Mayores en carreras impulsadas durante tres temporadas consecutivas, de 1990 a 1992, convirtiéndose en el único jugador además del legendario Babe Ruth en hacerlo. También ganó un anillo con los Yanquis de Nueva York en 1996, bateando para .391 en la Serie Mundial. Además, Big Daddy es, digamos, grande. Su estatura fue registrada en 1.90 metros y su peso en 109 kilos durante gran parte de su carrera como jugador, aunque admite que esta última cifra le perdonaba algunos kilitos. Actualmente pesa, afirma, unos 127 kilos.
Fielder saluda a la multitud, estrechando una mano por aquí, inclinando la cabeza por allá. Como lo hacen los hombres del beisbol cada vez que están juntos, hablan del juego. Fustigan a los jugadores de hoy por sus ajustes frenéticos en la caja del bateador (el utility Joe McEwing de los Mets de Nueva York es considerado el mayor culpable); hablan respetuosamente de los pítchers de antaño que no tenían reparos en lanzarle una pelota a la oreja del bateador (Dave Stewart gana un tributo).
Fielder recuerda un partido de 1988 en el cual, a pesar de su gran tamaño, jugó segunda base y rememora algunos de sus poderosos jonrones del pasado. Platicar así es una manera placentera de pasar una relajada tarde de mayo, pero no es la razón por la cual los hombres están aquí. Han venido a ver a los mejores jugadores del último año de preparatoria de este estado rico en talento, incluyendo a uno cuyo papá es Big Daddy.
Prince Fielder es un primera base de 18 años de edad con 115 musculosos kilos contenidos en un cuerpo de 1.82 metros de estatura y brazos tan sólidos como roble saliendo de un torso con la apariencia de un barril de cerveza. Se...
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