Alcalá de Henares: Ofrece un tesoro por descubrir
| Autor | Oscar Alvarez |
Más de 10 ciudades españolas se disputaban como hijo ilustre al autor de "El Quijote" hasta mediados del Siglo 18.
Fue entonces cuando un descubrimiento en el templo alcalaíno de Santa María la Mayor puso fin al conflicto: el acta bautismal de Miguel de Cervantes Saavedra, fechada el 9 de octubre de 1547.
Los historiadores, mar de legajos mediante, se dedicaron luego a la tarea de encontrar su casa natal, y dieron con ella justo detrás del hospital de la Misericordia, en la misma Calle Mayor de la población.
El visitante que llega hoy a Alcalá de Henares lo tiene mucho más fácil; un señalamiento claro y generoso evita que se den pasos errados.
Si bien Alcalá goza del orgullo de ser la cuna del gran escritor desde hace más de dos siglos, sólo hasta fechas recientes atrajo la curiosidad de los madrileños.
Por su cercanía a la capital no pudo librarse a partir de la década de los 60 de adquirir ese estigma llamado "ciudad dormitorio".
Desde la carretera que conduce a Guadalajara, el panorama de las torres de sus iglesias esforzándose por despuntar entre un cinturón de bloques habitacionales nunca constituyó la imagen más seductora.
Pero resulta que en 1998 la UNESCO declara a Alcalá Patrimonio de la Humanidad y entre los vecinos de Madrid empieza a pesar la sospecha que en ella hay bastante más que la casa de don Miguel de Cervantes.
Lo que la UNESCO valoró en Alcalá es el hecho de haber sido la primera ciudad concebida y planeada como ciudad universitaria, que serviría de modelo a las demás universidades en Europa y el resto del mundo.
Alcalá es también la Civitas Dei (ciudad de Dios) original, el paradigma de comunidad urbana ideal que fue llevado por los misioneros españoles a América.
Pero el viajero que la visite seguramente le encontrará más atractivos, e incluso piense que la UNESCO se quedó corta en su inventario. Porque esta hermosa población castellana construida en ladrillo, tiene largos siglos de historia a cuestas y la herencia de distintas culturas que en ella dejaron rastro.
Mucho antes de la creación de la universidad hubo a orillas del río Henares un núcleo urbano celtíbero llamado Ikesancom Kombouto, donde los romanos levantaron Complutum.
La conquista árabe la rodeó de murallas y la rebautizó con el señorial nombre de Qal'at abd al-Salam. De estos periodos hay muestras admirables.
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