Alberto García Ruvalcaba / Legalizar la prostitución

AutorAlberto García Ruvalcaba

El ejemplo más conspicuo de que las políticas paternalistas no funcionan y terminan provocando un mayor mal del que quieren evitar es el de las drogas. Pero no es el único. La clase política suele caer en el error elemental de creer que las leyes son un vehículo para corregir la realidad o aun abolirla. Por eso lanzan cruzadas contra todo lo que les parece debe ser diferente.

En el mejor de los casos crean inútiles castillos en el aire, en el peor provocan desastres sociales como el ya mencionado de la política de criminalización de las drogas, que buscando acabar con su uso terminó haciendo polvo la seguridad del país, financiando al crimen organizado y causando miles de veces más muertos y daño de los que intentaba evitar.

La lógica interna de este error es siempre la misma. Cuando el legislador crea leyes proteccionistas a favor de inquilinos, trabajadores o deudores, la realidad se revierte en contra de esa clase de personas. Se elevan las rentas, se erosionan los sueldos y aumentan las tasas de interés, debido a que se torna más difícil desalojar inquilinos morosos, despedir trabajadores flojos y cobrar a deudores díscolos.

Uno de los fracasos de esta política fantasiosa es la que busca acabar con la prostitución. El razonamiento de quienes promueven su prohibición es que el servicio sexual consentido entre adultos está mal, que nadie se dedica a la prostitución por voluntad propia. El espíritu conservador que anima la ley federal de trata de personas, de los códigos penales, y aun de los reglamentos municipales, criminaliza o inculpa a las personas que participan o colaboran en esta actividad laboral, obligándolas a trabajar en la frontera de la ilegalidad, furtivamente, en solitario y abandonadas a sus propios medios.

Hace cuatro meses Amnistía Internacional reforzó la posición razonable que había anunciado el año pasado sobre este tema. Su informe concluye que la prohibición del trabajo sexual "refuerza la marginación, el estigma y la discriminación y puede negar a las personas que se dedican al trabajo sexual el acceso a la justicia". La organización...

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