Alberto García Ruvalcaba / Cruzada contra el ruido

AutorAlberto García Ruvalcaba

No es extraño que al mismo tiempo que presentaba el libro Historia de mi silencio, del poeta estadounidense Stephen Dunn, me embarcaba también en una cruzada en contra de la anarquía de ruido que padece nuestra Ciudad. La vida está hecha de contrapuntos. En las partituras musicales el silencio se representa con notas que el intérprete debe ejecutar. El compositor John Cage escribió una obra en la que pide al intérprete "tacet" -callarse- durante 4'33". Años antes había practicado con provecho las charlas de silencio. Un experimento más fácil de imaginar que de ejecutar.

En uno de sus poemas Stephen Dunn afirma que el silencio es una forma de verdad. En otro, que sabe por experiencia lo engañoso que llega a ser. El ruido tiene tantos matices como el silencio, pero lo supera con creces en su aspecto negativo. El ser humano se encuentra inerme ante el sonido. El oído no tiene párpados.

En su ensayo El laberinto de la soledad, Octavio Paz imaginaba al mexicano como un ser ensimismado que se libra de sí mismo mediante los paroxismos del grito y los petardos de la fiesta. El estruendo como purga. Esta extraña idea está detrás del rezago mexicano en la lucha por combatir la contaminación acústica. Nuestro País permite mayores niveles de ruido que ninguna otra nación del orbe. La legislación de India o Chile, por ejemplo, fijan el techo de ruido diurno y nocturno en 55 y 45 decibeles, respectivamente. México, en cambio, permite 68 y 65. Note que debido a la forma exponencial con que se mide el sonido, cada diez decibeles representan diez veces mayor volumen.

La falta de respeto por el silencio ajeno pareciera tener un origen cultural, pero en realidad es un problema legal y administrativo. Ninguno de los Ayuntamientos de la zona metropolitana ha impuesto nunca -nunca- una multa a un vecino ruidoso, pese a que sus reglamentos imponen diversas sanciones. La falta cívica de no dejar dormir a su vecino se sanciona en Guadalajara con 220 a 660 pesos o arresto de seis horas. La misma falta en la Ciudad de México se sanciona de 750 a 3 mil y arresto de 13 a 24...

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