Alberto Fernández: Mi perro puede ser licenciado
Cerrar la UNAM aún es una propuesta válida, sostiene el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Alberto Fernández Garza.
Sin embargo, también reconoce que el planteamiento suena "un poco cuesta arriba", por considerar a la UNAM "un aparato político de control, de poder, de votos y pues también de dinero".
En entrevista, el empresario regiomontano replantea su posición de hace un año y ahora propone reestructurar la Universidad con participación de la iniciativa privada.
-¿Mantiene su posición sobre la UNAM?
-Sigo pensando que la UNAM es un aparato del pasado, que la educación pública sigue siendo válida pero que eso no es educación pública. Ahí no hay educación, hay deformación. Para que se dé la educación en un proceso de formación se requieren otro tipo de instituciones hoy en día, y la UNAM no tiene esas características.
-¿Y la investigación que se hace en la Universidad?
-Si la investigación tiene sentido, que se siga haciendo. Pero separada. Las instituciones extranjeras que son exitosas en investigación mantienen esos juntos pero no revueltos. Lo que pasa es que a la UNAM se le han dado una serie de papeles que no debería tener.
No tengo duda de que la investigación se debe seguir haciendo, pero por qué ahí, qué beneficio tiene para el país que se haga ahí, no me queda claro. Más bien obedece a una idea de gigantismo del pasado que no se aplica hoy en día a las instituciones que hacen bien las cosas.
-¿Separar la investigación de la docencia?
-Con alguna investigación razonable que tienen siempre las instituciones educativas, publicaciones y eso. Y permitiría que los maestros tengan acceso a estos institutos de investigación. Pero los institutos tienen que tener lógica de investigación y justificarse por investigación. Si resulta que a esos institutos les conviene contratar maestros mayoritariamente de la UNAM, pues qué bueno.
Pero no tiene por qué eso amarrarse de origen, por diseño burocrático, cuando en la práctica obedece a dos ideas totalmente diferentes. Una es la calidad de la enseñanza y otro es la calidad de la investigación. Y cierto es que la calidad de la enseñanza se beneficia cuando los maestros participan de la investigación. Pero no por eso tiene uno que amarrarla, porque entonces sale mal la investigación o la enseñanza, o en este caso, mal la investigación y la enseñanza.
-¿Quién se encargaría de esta investigación y de estos institutos?
-No quiero ahorita asignarle...
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