Las Alas del Deseo / Realidades de Poe

AutorAntonio Saborit

Un volumen atractivo, sin duda, el de La trilogía Dupin (Seix Barral, 2006). No sólo porque reúne los tres relatos en los que Edgar Allan Poe empleó al personaje de C. Auguste Dupin ("Los crímenes de la calle Morgue", "El misterio de Marie Rogêt" y "La carta robada"), sino porque recupera la magnífica traducción de Julio Cortázar. La trilogía Dupin viene con un prólogo de Matthew Pearl, quien este mismo año publicó una novela sobre las circunstancias excepcionales que rodearon la muerte del creador de Dupin, The Poe Shadow.

Parece mentira, pero pocos tienen presentes las horas que Cortázar dedicó a la traducción allá en los novecientos cincuenta, cuando tradujo a Alfred Stern (Filosofía de la risa y el llanto y La filosofía existencial de Jean Paul Sartre), Henri Bremond (La poesía pura), G.K. Chesterton (El hombre que sabía demasiado), Jean Giono (Nacimiento de la Odisea), Walter de la Mare (Memorias de una enana), Lord Hougthon (Vida y cartas de John Keats), Marguerite Yourcenar (Memorias de Adriano), André Gide (El inmoralista), Daniel Defoe (Robinson Crusoe) y prácticamente toda la obra narrativa de Poe.

El prólogo de Pearl, en la medida de lo posible, recupera ciertos datos materiales que de una u otra manera participaron en la escritura de estos tres relatos. Y de ellos, como me lo hizo ver Jorge F. Hernández, los datos más interesantes tienen que ver con el segundo cuento de la serie, "El misterio de Marie Rogêt". Pearl sostiene que detrás de este cuento hay un caso de nota roja.

"Se trata de un asesinato real que quedó (y así continúa) sin resolver. El asunto lo habían conocido los lectores de Poe en 1842: el verano anterior fue hallado flotando en el río Hudson el cuerpo de Mary Rogers, una vendedora de cigarros, de veinte años, cuya belleza atraía a clientes fijos a la tienda de tabacos de John Anderson, en la ciudad de Nueva York [...] Poe trasplanta los detalles del caso Mary Rogers al París de Dupin, afrancesando el nombre de la víctima como 'Marie Rogêt' y adaptando otros personajes y aspectos locales".

Al parecer, Poe no sólo se inspiró en el dueño de la citada tienda de tabacos, John Anderson, para construir al personaje de Monsieur Le Blanc que en el relato aparece como propietario de una perfumería, como lo sugiere el mismo Pearl, sino que además Poe y Anderson se conocieron personalmente. Y este último hecho explica que en 1891, en medio de la inocua controversia judicial que desató el hijo de Anderson al impugnar en los...

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