Las Alas del Deseo / Come en casa Borges

AutorAntonio Saborit

La frase, sin duda, es la más recurrente a lo largo de casi 40 años en los diarios de Adolfo Bioy Casares, desde que en 1947 el autor de El sueño de los héroes se propuso llevar un registro minucioso de las conversaciones con Jorge Luis Borges: Come en casa Borges. Bioy quiso reunir estos apuntes en un libro, pero no fue sino hasta 1996 que acordó realizarlo con la ayuda de Daniel Martino, quien asumió la tarea de examinar "sus diarios, sus cuadernos de apuntes, sus libretas y su correspondencia". Entre 1997 y 1998, Bioy y Martino revisaron, organizaron y corrigieron el manuscrito final, e incluso llegaron a leerlo íntegramente en su versión definitiva "no menos de dos veces". Tras la muerte de Bioy en 1999, Martino trabajó en notas e índices. De eso van las 1663 páginas del Borges de Bioy (Destino, 2006).

Es un libro sin una página de desperdicio, complejo y enigmático como a veces resulta un diario en la primera lectura, por momentos tan inmanejable como difícil de dejar de leer, pero lo cierto es que es un verdadero y agradecible raro en la historia literaria americana. Bioy tenía 32 años cuando empezó a llevar un diario y a fijar en él la voz de Borges -entonces en sus 48, ya agobiado por las úlceras y sus ojos; habían trabajado juntos en muy diversos proyectos, muchos de ellos "en prensa": en Emecé, Suma, de Johnson, con notas de Bioy; Suma, de Sir Thomas Browne, con notas de los dos; Agudeza y arte de ingenio de Gracián, con prólogo de Bioy y notas de ambos; Antología de la poesía española, seleccionada por ambos; en Claridad, el Libro del cielo y del infierno, antología editada por ambos; en Fondo de Cultura Económica, Poesía gauchesca, anotada y seleccionada por ambos; en Losada: dos guiones para cine escritos en colaboración, Los orilleros y El paraíso de los creyentes; en Raigal: Cuentos breves y extraordinarios, selección, traducción y prólogo de ambos. Entre ambos cuidaban la colección El Séptimo Círculo, escribían los cuentos de H. Bustos Domecq. Además, Bioy era pura admiración hacia su amigo mayor. "Leyéndolo", escribió Bioy, a propósito de un artículo de Borges sobre Pascal, "sentí lo lejos que estoy de...

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