'Ahora sé lo que ellos sufren'

AutorOctavio Pineda

EL NORTE / Colombia

ZIPAQUIRA.- Al descender por la quebrada, luego de encontrar el caballo blanco y el caballo cobrizo en que eran trasladados Monseñor Jiménez y el párroco Desiderio Orjuela, el comandante Mejía encontró las sillas de montar ocultas con hojas. Supo entonces que estaban cerca y ordenó a sus 18 hombres dividirse en grupos de combate, que son de tres.

Tras hallar un rastro, el suboficial siguió bajando por la cañada cuando se topó de frente con uno de los guerrilleros, que subía la pendiente casi a gatas. Le ordenó entregarse y entregar a Monseñor, pero el subversivo se agachó para tomar el fusil y el militar accionó el disparador. El guerrillero cayó abatido, mientras el resto de los rebeldes emprendió la huida al verse copados.

Con los disparos el Obispo de Zipaquirá y el párroco de Pacho se tiraron al suelo. Luego preguntaron al suboficial quiénes eran. "Tranquilo, Monseñor, que somos del Ejército Nacional", gritó Mejía.

Los detalles sobre el amplio operativo militar que permitió ayer rescatar sanos y salvos al presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y Obispo de Zipaquirá, Monseñor Jorge Enrique Jiménez, junto con el párroco de la localidad de Pacho, Desiderio Orjuela, salieron a flote en boca del suboficial César Augusto Mejía Vergara, integrante de la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) que tuvo el primer contacto con los plagiados.

En los operativos, que tuvieron lugar en zona montañosa de Topaipí, en el central departamento de Cundinamarca, del que Bogotá es capital, participaron efectivos del 16 Batallón de Contraguerrilla del Ejército y un escuadrón móvil de carabineros de la Policía.

Jiménez y Orjuela habían sido plagiados el lunes por un grupo de hombres armados que interceptó su vehículo cuando se dirigían a la localidad de San Antonio de Aguilera, 80 kilómetros al norte de Bogotá, para participar en una confirmación. Las autoridades atribuyeron el plagio al frente Policarpa Salavatierra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El plagio suscitó de inmediato el rechazo de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional, que se tradujo incluso en un doble llamado del Papa Juan Pablo II a liberar a los religiosos.

Los operativos de rescate contaron con el apoyo de helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea Colombiana y de las labores de inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, Policía secreta).

Un subversivo que fungía como radiooperador, identificado...

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