Ahogado de la risa

Dicen que los locos no están locos, sino que los locos somos los que no estamos locos... ¿o cómo era?

Dos locos se encuentran en el patio de un manicomio; uno de ellos le enseña el puño cerrado al otro y le dice:

- ¿A que no adivinas qué tengo en la mano?

- Uuum... ¡un elefante!

El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica:

- Sí, vale, bueno, pero ¿de qué color es?

Llega un inspector al manicomio para hacer una revisión y hay un loco en la habitación imitando a una moto. "Broooooom".El inspector le dice al director del manicomio:

- Por favor, dígale que se calle.

- ¿Por qué? ¿Le molesta el ruido que hace?

- No. ¡¡Me molesta el humo!!

En el manicomio, un loco gritaba:

- ¡Yo soy el enviado de Dios!

Se le acerca otro loco y le dice:

- No, ¡Yo soy el enviado de Dios!

Y así, los dos locos discuten.

Entonces, se acerca un tercer loco, y les pregunta:

- ¿Qué pasa aquí?

Y el primer loco dice:

- ¡Yo soy el enviado de Dios!

Y el segundo dice:

- No, ¡Yo soy el enviado de Dios!

Entonces, el tercer loco dice:

- Un momento... ¡Yo no he enviado a nadie!

Un loco que habitaba en el sexto piso de un edificio tenía desconcertado a un señor porque cada vez que pasaba rumbo a su trabajo, el chiflado le apuntaba con la mano en forma de pistola y le disparaba desde la ventana.

Llegó el día en que el tipo decide seguirle el juego al loco: apunta con la mano y le dispara al chalado que se asomaba desde la ventana; éste se lleva las manos al pecho, se desploma y cae a la calle.

El...

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