Ahogado de la risa

La pandemia trajo una severa crisis económica, la cual aún no se ve que esté por llegar pronto a su fin; sin embargo, a veces es bueno reírse de las malas rachas. Acá unos ejemplos.

- Esta crisis es peor que un divorcio- dice un hombre.

-¿Por qué? - le pregunta el amigo-

- Porque ya he perdido el 50 por ciento de mis bienes y encima sigo casado con mi mujer.

Llega un niño corriendo con su padre.

- Papá, papá, ¿qué es la crisis?

Le pregunta el menor a su progenitor, a lo que este le contesta

- La crisis es cuando te gustan el champán y las mujeres, pero sólo te queda refresco y tu mujer.

Así se comportan dos enamorados antes y después de la crisis.

- Cuelga tú.

- No, cuelga tú.

- Cuelga tú, amorcito, ándale.

- Ay, no, no. Cuelga tú, cariñito.

Después de la crisis:

- Llama tú.

- No, que. Llama tú.

- No, llama tú, no seas codo.

Dos borrachos en un bar:

- Pepe, lo estoy pasando muy mal con esto de la crisis, fíjate, hasta estamos comiendo a la carta.

- ¡A la carta!, entonces no estarás tan mal, eh.

- ¿Qué no? Mira nomás: a la hora de comer, mi mujer saca la baraja y el que saque la carta más alta es el que come.

El Presidente Andrés Manuel convoca a un discurso urgente en cadena nacional con motivo de la crisis:

- ¡Mexicanos! Tengo una buena y una mala noticia... La buena es que nuestra deuda ha desaparecido...

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