Ahogado de la risa

Siempre es mejor aprender a partir de los errores de otros, así que hoy aprendamos de estas jocosas enseñanzas

Un cojito tenía ganas de remojar la brocha y fue a buscar a una obrerita del placer, pero de esos días que todas están chambeando y la única que había estaba muy alta para él. Ella le dijo que no se preocupara, que pusiera una caja en la pierna más corta y así no quedaba desnivelado y listo, solucionado el asunto.

El hombre le hace caso, pone el banquito y le empieza a hacer lo suyo. En el momento en que está por "irse" se le cae el caja y termina "disparando" para todos lados, provocando un desastre.

Moraleja: El que mal anda, mal termina.

Había una vez una golondrina que empezó a emigrar demasiado tarde en invierno, así que se estaba congelando mientras volaba. Al final cayó a tierra y ella creía estar ya acabada... pero entonces se le acercó una vaca que le soltó una cagada encima. La caca estaba bien calentita, así que la golondrina se encontró mucho mejor y empezó a piar de satisfacción. Pero un gato oyó a la golondrina, la sacó de la plasta y se la comió.

Esta historia tiene tres moralejas:

No todo el que que te caga es tu enemigo.

No todo el que te saca de la mierda es tu amigo.

Si estás con la mierda al cuello, pero feliz, mantén la boca cerrada.

Un padrecito aficionado a la ornitología tenía doce canarios. Todos los días les abría la puerta de la gran jaula y los soltaba para que volaran libres y ya en la tarde las aves siempre...

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