Ahogado de la risa

Ay, uno ve las cifras de la Secretaría de Salud y dice esto ya valió madres.

Mamá, tengo algo que decirte. Cuando estaba en la cárcel un negro me violó

-Ay, mijo, son experiencias terribles, pero la vida sigue. Olvida tu paso por la cárcel.

-Es que esto no es vida... Yo afuera y mi negrito allá.

Mi amor, se me olvidaron la llaves de mi casa, ¿me puedo quedar en la tuya?

-Claro mi amor, así me haces me haces compañía, me llegó mi periodo y me siento mal..

-¡¡Milagro!!! las acaba de encontrar... nos vemos mañana.

Luego de la primera reunión en familia, la madre llama a su hijo, mientras el novio aguardaba afuera de la casa a que ella lo despidiera.

-¡Óyeme bien, tú novio no vuelve a entrar en esta casa si no se pone pantalones! ¡Así que me lo terminas ahora mismo!

La joven sale al encuentro de quien la esperaba:

-Lo siento, Tarzán, tengo que terminar nuestra relación. Lo nuestro es imposible. Mi mamá se opone.

Llega una hija con su madre:

-Mamá, no entiendo por qué no tengo novio, ¿en verdad soy tan fea?

-No, hija. ¿Cómo crees? Tú tienes todo lo que un hombre quisiera para sí.

-¿En serio, mamá?-, dice la morra toda emocionada.

-Claro que sí, mija, tienes voz gruesa, espalda ancha y pelos en el pecho...

Están dos compas en plena plática.

-¿Y tú, rezas antes de comer?-, pregunta uno al otro.

A lo que el segundo responde:

-No, jamás... mi mamá es muy buena cocinera.

Llega el niño una vez más con malas notas en inglés.

-A ver hijo, te pido que me muestres tus calificaciones en inglés.

-Aquí están, madre.

-¡Oh, rayos!, ¡Otra vez con malas calificaciones en inglés!

-Ya sé...

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