Ahogado de la risa

Aunque al final el ciclo escolar fue virtual, espero que muchos alumnos hayan aprendido a rimar y sino, que se la rimen.

Estaba la maestra en la junta final de curso cagada del coraje de que pinches escuincles nomás no dieron una en todo el año.

-Señores padres de familia, como sus hijos fallaron terriblemente en las calificaciones de los exámenes finales y durante todo el año escolar tuvieron una conducta simplemente lamentable, es muy difícil que aprueben, así que como ustedes también fallaron al no estar al pendiente de sus hijos, pues la prueba final para que ellos aprueben será que me convenzan con un diálogo de rimas, así que los escucho.

En eso se para el papá de Pepito y dice:

-Lero lero, su pinche curso culero, si repruebas a mi chavo maestra, barbas te van a crecer en el agujero.

-Pero si su chinche escuincle no se sabe nada, es un animal casi casi ladra hijo de la chingada -responde la docente.

-Pues apruébalo aunque ladre, ¡hija de tu pinche madre!

En otro salón de la misma escuela, estaban también con la clase de rimas y dice la maestra:

-A ver niños, yo les voy a dar un número y con él me tienen que hacer una rima, Lupita, te doy el dos.

-Me siento enfermita, llorosos ojitos los dos, abro el jarabito y se me quita la tos.

-Muy bien Lupita... a ver Lalito, te toca el cinco.

-Salgo a jugar, no puedo parar, brinco brinco brinco hasta llegar al cinco.

-Excelente Lalito, a ver Almita, hazlo con el nueve.

-Bailo bailo bailo, mi esqueleto se mueve, bailo mientras llueve y en el reloj dan las nueve.

-Maravilloso Almita -aplaude la maestra mientras se da cuenta de que le toca a Juanito, que es el niño más desmadroso del salón, así que piensa en algo difícil-, Juanito, haz una rima con el numero...

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