Ahogado de la risa

Ya entramos en la recta final del año y hay que cerrarlo con buen humor, con una sonrisa o si se puede con carcajadas.

Un tipo decide hacer una gran fiesta en su casa por lo que decide ir a comprar un lechón.

Llega a una granja y le pide al encargado un cerdito de 8 kilos de peso.

El granjero observa sus cerdos, camina entre ellos, levanta a uno, muerde su cola y comienza a balancearlo por algunos segundos: "No, éste no pesa 8 kilos", dice al tiempo que sigue buscando.

Levanta otro, muerde la cola y comienza a balancear al animal durante algunos segundos hasta que dice: "Este es el bueno, 8 kilos exactos".

El cliente le reclama: "No es posible pesar a un cerdo de esa forma".

El granjero llama a su hijo y le pide que pese al cerdito.

El muchacho lo levanta, muerde la cola y comienza a balancear a lechón.

"Ocho kilos exactos papá".

Como el cliente no estaba del todo convencido, el granjero le pide a su hijo que llame a su mamá para que también pese al cerdito.

Luego de cinco minutos, regresa el muchacho sólo.

"No puede venir", dice, "está pesando al lechero".

El abuelo y la abuela están sentados viendo televisión cuando a él se le antoja un helado.

- Abuela... voy a la cocina para traerme un poco de helado... ¿quieres que te traiga algo?

- Claro que sí cariñito... pero mejor apunta lo que vas a traer porque si no se te va a olvidar...

- No lo haré -responde enojado- puedes encargarme lo que quieras y no se me va a olvidar...

- Bueno viejito, quiero helado de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR