Ahogado de la risa

Ahora unas situaciones pecaminosas entre algunos feligreses.

Como esta buena mujer que aún creía en cuentitos, así como en la bondad de la palomita buena onda.

Llega a confesarse antes de los días santos y de paso pide que ahora sí le llegue la cigüeña.

- Buenos días padre, vengo muy emocionada y a pedirle el milagrito, porque me enteré que una amiga quedó embarazada con un Ave María en su iglesia.

- Ay, no hija, ni te molestes, fue más bien gracias a un Padre Nuestro, pero ya lo despedimos...

Un campesino pasa por la puerta de la iglesia y el cura le invita a la misa.

El campesino le responde: - No puedo padre, ¿quién me cuidará el caballo?

- Dios te lo cuidará, hijo, contesta el sacerdote.

- Bueno, respondió animado y confiado el campesino y entró a la iglesia.

Cuando el padre se disponía a comenzar la misa dice:

- ¡Dios está con nosotros!

Entonces se escucha un madrazo en la banca y el campesino se levanta enfurecido de su asiento mentando madres y se sale gritando.

Entonces, ¡quién chingados me está cuidando el caballo!

¿Ustedes saben por qué los ángeles se ríen tanto?

Pues bien fácil, por la gracia de Dios.

A la catedral llega un político que disque se arrepentía de todo lo ratero que había sido.

¿Qué puedo hacer con mis pecados, señor cura, ya no quiero ser un desecho de la sociedad...

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