Ahogado de la risa

Y entre tanto y tanto amor (ajá), nunca falta uno que otro despistado...

Un hombre entra a una farmacia:

- Quería un preservativo... Es que esta noche voy a cenar con la familia de mi novia, llevamos unas semanas juntos y después de esta cena quizás... usted ya me entiende...

Mientras el farmacéutico iba a por el preservativo el hombre se queda pensando y dice:

- Bueno, mejor me pone dos, porque esta chica tiene una hermana que no está nada mal, igual cae también... ¡Nunca se sabe!

El farmacéutico va por otro preservativo y el hombre vuelve a cambiar de opinión:

- Bueno, mejor me va usted a dar tres porque la madre es una cachonda que pone los cuernos a su marido y ya metidos en materia...

El hombre se va a casa y llega la hora de la cena.

Toda la cena se la pasa comiendo sin quitarse la gabardina, con el cuello subido y la cabeza agachada. Al acabar, cuando salen de la casa, va su novia y le dice:

- ¡Paco! no sabía que fueras tan tímido!

- Ni yo que tu padre fuera farmacéutico...

Y con los decretos del viejito cabeza de nieve, el mesías Andréj Manuel, se ha indicado un nuevo término para las amantes.

De ahora en adelante, ya no serán llamadas así, sino las huachicoleras.

Y si a alguien le queda duda del por qué ese distinguido nombre, sólo les recuerdo que es por andar ordeñando ductos ajenos.

Un tipo llega a su casa inesperadamente y encuentra a su mujer en la cama, desnuda y sudorosa..

- Mujer, ¿qué te pasa?

- Tengo un ataque al corazón, dice...

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