Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Cuando se alcanza la tercera edad parece que nos da por hacer locuras como si regresáramos a la infancia.

En el cementerio...

Una señora, ya de edad avanzada, todas las semanas llevaba flores a su marido.

Limpiaba la lápida y cuando terminaba se iba caminando hacia atrás, siempre de frente a donde estaba sepultado su viejito.

Un día la vieron unas abuelitas y se quedaron intrigadas.

Chismosas como eran no se aguantaron y le preguntaron:

-¿Porque camina hacia atrás y de frente a la lápida?

- Es que mi marido siempre me decía: "¡Qué buenas nalgas tienes, están como pa' revivir a un muerto!" Y la verdad no me quiero arriesgar.

El doctor le pide una muestra de esperma a un hombre de 85 años como parte de su chequeo anual y le da un frasco y le dice:

- Lleve este frasco a casa y tráigalo mañana con la muestra de su esperma.

Al día siguiente, el anciano vuelve al consultorio del doctor y le entrega el frasco que se encontraba tan vacío y limpio como el día anterior.

El doctor le pregunta que pasó y el hombre le explica:

- Primero intenté lograr el cometido con mi mano derecha y nada. Después traté con mi mano izquierda y aún nada. Luego le pedí ayuda a mi esposa. Ella trató con su mano derecha, después con su mano izquierda y aún nada.

- Ella dijo, "ya sé como". Probó con su boca, primero con los dientes puestos, después trato sin los dientes y aún nada.

- Vino mi nuera y dijo, "¿a mí me van a enseñar?". Probó un buen rato en posiciones distintas y cada vez más estrafalarias y no hubo caso. Incluso llamamos a Susi, la vecina de al lado. Ella también trató, primero con las dos manos, luego debajo del brazo y hasta apretando entre sus rodillas, pero aún nada.

El doctor estaba...

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