Ahogado de la risa

Y para calentar motores -no, no somos los del PRI-, van unos chascarrillos futboleros.

Un hombre se encuentra en el estadio en la final del Mundial de Futbol, pero su ubicación es muy mala y no ve nada. Más adelante ve un asiento muy bueno que está vacío. Se dirige hacia allí y le pregunta al hombre que está al lado si el lugar está ocupado. Este le dice que sí.

- Es increíble que alguien con este asiento se pierda la final del Mundial, dice el recién llegado.

El otro hombre le responde compungido:

- Bueno, en realidad este asiento era de mi esposa. Lo reservamos hace un año, pero falleció y por eso estoy solo mirando la tan esperada final del mundial.

Apenado, el otro dice:

- Ay, lo siento. Es terrible. Pero, ¿no pudo encontrar a un amigo o pariente para que usara el asiento?

El hombre niega tristemente con la cabeza mientras dice:

- No... están todos en el entierro.

Un hombre va a la escuela de árbitros:

- Hola, buenos días. Vengo a inscribirme para la carrera de árbitro.

- ¡José! Hay que tomarle los datos a este desgraciado.

- Un momentito: yo no soy ningún desgraciado, ¿eh?

- ¡José, no vengas, que el hombre no tiene clara su vocación!

Después de un partido de futbol, un grupo de hinchas se lleva alzado al árbitro. El del pantaloncillo negro dice:

- No tienen por qué molestarse.

A lo que uno responde:

- No es molestia. El acantilado donde lo vamos a tirar está muy cerca.

Era tan, pero tan mal jugador, que hizo un gol, pero cuando pasaron la repetición... ¡Lo erró!

Cariño, creo que estás obsesionado con el futbol y me haces falta.

- ¡¿Qué falta?! ¡¿Qué falta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR