Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Hoy me falló el único hombre que jamás pensé que lo haría... ¡no se puso el señor de los tamales!

Al concluir el Día de la Candelaria, una hija pregunta:

- Mamá, ¿tú cuántos te comiste?

- Contando a tu papá fueron 23.

- ¡Tamales, mamá, tamales!

En una mañana fría en la oficina, un Godínez le dice a otro:

- Vamos a desayunar algo, te invito unos tamales de la esquina.

- Gracias, pero no puedo, soy vegetariano.

- No hay problema, tú te comes las hojas.

- Amiga, por fin ya comencé mis propósitos de Año Nuevo y hoy salí a correr...

- ¡Qué bueno! ¿Cuánto corriste?

- No sé, perseguí a la señora de los tamales hasta que la alcancé.

- ¡Hola, mamá! Te marco porque me tocó hacer los tamales para el Día de la Candelaria, pero tengo una duda.

- ¿Dime, hijita?

- ¿Las hojas deben ser tamaño oficio o carta?

- Buenos días, ¿todavía tiene tamales?

- ¡Sí, claro!

- ¡Ya ve! Para qué hace taaantos, si sabe que no vende.

- Amiga, esta mañana perdí 500 calorías en sólo 3 segundos.

- ¡En serio! ¿Cómo le hiciste?

- Se me cayó el tamal al suelo.

- Oye, mijito, ¿qué estudiaste?

- Derecho.

- ¡Ah! Entonces ayúdame a sacar un tamal rojo del bote, por favor.

En una esquina, un hombre le comenta a otro:

- La verdad a mí no me afecta el aumento...

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