Ahogado de la risa

A veces una pérdida nos puede otorgar muchos beneficios.

Un tipo se compró una moto deportiva y, como era medio farol, la corría a velocidades endemoniadas. Un día, la fortuna no estaba de su lado y se accidentó de la forma más desgraciada posible; el tipo iba vuelto madre por el segundo piso del Periférico y a la altura de San Antonio, una piedra del tamaño de un cacahuate lo hizo volar hasta la planta baja, con la buena o mala suerte de que cayó de purititas nalgas. Al lugar se trasladaron paramédicos, quien de urgencia lo llevaron a un nosocomio cercano, donde un médico procedió a la operación de emergencia. A los tres días despertó y el doctor procedió a explicarle lo que había ocurrido.

-¿Cómo se siente?

-Pues qué le digo Doctor, siento como si me faltara algo.

-Efectivamente Señor, le falta algo... le faltan sus huevos.

-¡Qué! ¡No sea usted mamón! ¿Cómo que me faltan mis huevos?

-Fue necesario. Usted cayó de purititas nalgas sobre el pavimento, esto provocó que sus huevos se le destrozaran y tuvo una hemorragia muy cabrona, que de milagro le pudimos detener... ¡Amigo, está usted vivo de milagro!

Al final el tipo se resignó a vivir sin sus testiculillos, pero recordó las palabras del médico, "¡Está usted vivo de milagro!" y así, cambió totalmente su visión del mundo, así que inició sus terapias psicológicas y de rehabilitación, cuando las terminó se metió a estudiar, terminó su licenciatura, tomó cursos extras y su currículum estaba excelente, así que es reclutado por una empresa internacional que lo contrataría por un sueldo mensual de 150 mil pesos con un horario de 8:00 a 18:00 con sus respectivas dos horas de comida. Así que...

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