Ahogado de la risa

Al parecer mi corazón es como un circo... siempre tendrá lugar para un payaso más.

Un hombre estaba enamorado de la trapecista de un circo, así que decide declararle su amor. Le dice:

- Me gustas mucho, ¿quieres ser mi novia?

- No puedo, tengo novio.

- Y tu novio, ¿es celoso?

- No, es el payaso.

Entra un hombre muy borracho a su casa, manchado de pintura de labios por todos lados: el cuello, la camisa, la entrepierna... Encabronadísima, su mujer le pregunta:

- ¿En dónde carajos estabas?

Y el borracho le responde:

- ¡No me vas a creer: me palié con un payaso!

En un circo estaban necesitando artistas para completar su acto. Entonces llegó un hombre a pedir trabajo. El dueño le preguntó:

- ¿Y usted qué sabe hacer?

- Imito a los pájaros.

El tipo no se sorprendió y le dijo.

- No, no me sirve.

Entonces el hombre se volteó, alzó el vuelo y se marchó.

- Hola, vengo porque supe que usted vende un perro que habla, y como soy el propietario de un circo estoy muy interesado en él. ¿Puedo comprobar si realmente puede hablar?

- Sí, claro. Pregúntele.

- Perro, ¿puedes hablar?

El perro responde:

- Pues claro. Y también sé tirar cuchillos con los ojos vendados mientras pedaleo en monociclo sobre la cuerda floja.

- ¡Este perro es una mina de oro! ¡Una mina de oro! Y dígame: ¿por qué quiere venderlo?

- ¡Es que es un pinche mentiroso!

Llegó un circo...

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