Ahogado de la risa

¿Que sin globito no hay fiesta? Bueno, pues sin chistes tampoco.

Estaba un doctor muy tranquilo en su consultorio, cuando suena el teléfono.

-¿Bueno bueno? -responde el médico, y detrás de la bocina se oye una voz desesperada.

-¡Doctor, mi mujer está a punto de dar a luz? ¡¿Qué hagoo?!

-Tranquilo: ¿es su primer hijo?

-Nooooo. Soy su marido.

-Oye, papi, ¿y tú cuándo supiste que mi mamá era la indicada?

-Fue muy fácil: primero, me enteré que estaba embarazada y, después, tu abuelo me atrapó en el aeropuerto.

Dos amigas platicando: -Ay, Rosa, vieras que ahora me tengo que cuidar mucho para no quedar embarazada.

-¿Para no quedar embarazada? ¡Oye pero si tu marido ya se hizo la vasectomía!

-¡Por eso, Rosa, por eso!

Una pareja de novios llevaba ya unos días con un comportamiento extraño: callados y distantes, pues un secreto los agobiaba. Pero un día, los dos se decidieron a resolver la situación: -Nena, tengo que decirte algo -se animó a decir él.

-Yo también corazón -respondió ella.

-Bueno... a la cuenta de tres, lo decimos juntos... 1, 2, 3...

-¡Estoy embarazada!

-¡Soy estéril!

-Bueno, Adal ¿y qué fue lo que les dijo el doctor?

-Pues que sólo tengo siete meses de vida.

-¡Dios mío, ¿pero por qué?, ¿qué tienes? ¿cáncer?, ¿sida?

-¿Yo? ¡Ah, nada!: es que mi...

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