Ahogado de la risa

Los taxistas pueden llegar a ser psicólogos, galanes, chacuacos y mientamadres, por eso aquí les dejamos unos chistes sobre conductores y alegrar su día:

Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta, pero lo asusta tanto que el chofer grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios.

Por un momento no se oye nada dentro del taxi, hasta que el conductor dice:

- Mire amigo, jamás haga eso otra vez. ¡Casi me muero del susto!

El pasajero muy confundido le pide disculpas y le dice:

- No pensé que fuera a asustarse tanto si le tocaba el hombro.

- Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista.

- ¿Y qué hacía antes?

- Fui chofer de un coche funerario durante 30 años.

Después de quedarse sin dinero, un hombre se encuentra afuera de un casino en Reforma y a las cuatro de la mañana para al único taxi disponible.

- Buenas, mire, tengo un problema: necesito que me lleve a Polanco. No tengo dinero aquí para pagarle, pero si me llevas a mi casa, entro por el dinero y salgo a pagarte.

- No -le contesta el taxista-, ese truco yo no me lo creo. No soy tonto, búsquese a otro.

Después de mucho insistir, el señor se va caminando y llega a su casa un día después, cansado, sudoroso y muy enojado con el hombre del taxi.

Al cabo de un mes vuelve al mismo casino y le va de maravilla, se gana 100 mil pesos. Sale del lugar, encuentra una fila de 10 taxis y se percata de que el último es el hombre que no lo quiso llevar, así que piensa:

- "A este hijo de la chingada, hoy sí se la voy a cobrar".

Va con el primer taxista de la fila y le dice:

-...

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