Ahogado de la risa

Porque los ricos también lloran, aquí les van unos chistes sobre aquellos a los que el dinero no les basta.

Un hombre se encuentra a su amigo, quien ha ganado una suma impresionante de dinero en poco tiempo, y le pregunta:

-¿Cómo es que últimamente te va tan bien, Pepe?

-Se lo debo a un cerdo que me compré. Fue un poco caro, pero ¡es un genio! Es capaz de ir al casino ¡y ganar! Gracias a eso ya no tengo problemas económicos Además, me ha descubierto en la granja una mina de oro y petróleo. Él mismo se encarga de negociar los contratos. Por si fuera poco, hace un mes se nos quemó la casa y él nos rescató a mí y a mi familia a riesgo de su propia vida.

-¡Qué impresionante! ¿Puedo verlo, Pepe?

-Sí, claro, es ése: el de las patas de palo.

-¿Un cerdo con dos patas de palo? -pregunta el amigo muy sorprendido-. ¿Qué le pasó?

-¡Hombre! Con el cariño que le hemos tomado, ¡no creerás que nos lo vamos a comer todo de una vez!

Daniel, joven y empeñoso abogado, descubre que heredaría una fortuna cuando su padre enfermo muera, así que decide buscar una mujer acorde su valoración.

Esa noche va al mejor bar de la ciudad y se fija en una abogada, la más bonita que jamás ha visto. Su belleza natural es la admiración de todos los parroquianos. Él se arrima y le dice:

-Puedo parecer un abogado común, pero en pocos meses mi padre va a morir y heredaré 20 millones de dólares. ¿Quieres acompañarme y venir conmigo a mi casa? Podrías ser mi mujer.

Impresionada, la hermosa y brillante abogada fue a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR