Ahogado de la risa

Para aquellos ganosos que piensan que todas son iguales, aquí les van unos chistes para que distinguir a las artistas:

Un hombre se sienta en un tren frente a una voluptuosa rubia que lleva una pequeña minifalda puesta. Aunque quiso, no fue capaz de retirar su mirada de los bonitos muslos, y como era de esperar, se percata de que la chica anda sin ropa interior.

La rubia se da cuenta de que él la mira "ahí", y le dice:

-Me estás mirando la vagina, ¿verdad?

-Sí, disculpa -responde sonrojado el hombre, tras quitar su mirada.

-Está bien, no te preocupes -responde la mujer-. ¿Sabes?, es muy talentosa, mira esto: voy a hacer que mi vagina te tire un beso.

La chica sube un poco más la falda para que el hombre tenga una vista completa y despejada. Acto seguido, increíblemente, la vagina contrae sus labios y, ¡le tira un beso con sonido incluido!

El hombre, totalmente asombrado, pregunta:

-¡Oye!, y ¿qué otra cosa puede hacer?

-Puedo hacer que te guiñe, como si fuera un ojo.

Y dicho y hecho; el hombre mira asombrado como la vagina le guiña y da un par de pestañazos, sin poder creer semejante expresión de raro talento.

-Ven y siéntate al lado mío -sugiere la mujer, ya entrada en calor.

El hombre, ni tardo ni perezoso, se sienta al lado de ella y la rubia le pregunta sugestivamente:

-¿Quieres meter un par de dedos por ahí?

Paralizado de asombro, el hombre responde:

-¡Carajo! ¡No me digas que también chifla!

Un día una vagina se desprende de su lugar y encabronada camina hacia adentro del cuerpo... Se encuentra con los intestinos y les pregunta:

-¿Cómo se llaman ustedes?

-Somos los intestinos -responden.

Más arriba se encuentra el hígado y le hace la misma pregunta.

-Yo soy el hígado.

Sigue...

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