Ahogado de la risa

Dicen que la verdad duele... pero algunos sinceros se pasan de cínicos.

Dos amigos se encuentran en un bar y uno le pregunta al otro:

-Oye, antes siempre estabas con Pedro y hace tiempo que no los veo juntos, ¿qué ha pasado?

-¿Tú irías con un amigo que te ha estafado 4 millones, te ha robado el coche, se ha tirado a tu mujer y ha violado a tu hija? -pregunta muy serio el amigo.

-¡Pero claro que no! -exclama el primero muy asombrado.

A lo que el hombre responde cínicamente:

-Ya ves, Pedro tampoco.

Casi al final del servicio dominical el sacerdote pregunta:

-¿Cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?

El 80 por ciento de la sala levantó la mano.

El sacerdote insistió con la pregunta. Todos respondieron esta vez excepto una viejecita.

-Señora Josefa... ¿No está dispuesta a perdonar a sus enemigos?

-Yo no tengo enemigos -respondió dulcemente la anciana.

-Señora Josefa, eso es muy raro. ¿Cuántos años tiene usted?

-99 -respondió.

La congregación se levantó y la aplaudió.

-¿Puede pasar al frente y decirnos cómo llega a los 99 años sin tener enemigos?

La señora Josefa pasó al frente, se dirigió a la congregación y dijo:

-¡Porque ya se murieron todos esos desgraciados!

El joven paciente se siente muy mal y acude al médico, el cual le pregunta:

-¿Bebe usted?

-Sí, doctor.

-Vaya a Alcohólicos Anónimos, para que lo deje poco a poco. ¿Fuma usted?

-Sí, doctor.

-Póngase parches de nicotina para que lo deje poco a poco. ¿Tiene mucha actividad sexual?

-Sí, dotor.

-Cásese...

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