Ahogado de la risa

Para que tenga cuidado por dónde (o a quién) pisa, van los chistes de hoy.

Un señor entra a una zapatería y se le acerca el vendedor:

-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle, señor?

-Quiero unos zapatos del número 25.

-No es por llevarle la contraria, pero a simple vista puedo ver que usted calza al menos un 27.

-Eso no me importa, yo quiero un número 25, si no, no compro nada y me voy a otra tienda.

El dependiente le trae unos zapatos del número 25, el hombre se los prueba y le dice:

-Perfecto, me los llevo puestos.

Cuando va de salida de la tienda, el vendedor se da cuenta de que el hombre va sufriendo porque los zapatos le aprietan mucho. Intrigado,el vendedor lo alcanza y le dice:

-Disculpe, ¿por qué se compró unos zapatos tan pequeños, si se ve que está sufriendo porque no le quedan?

-Le voy a contar mi historia: mi mujer me engaña con un compañero de trabajo; mi hijo es un borracho huevón; mi suegra vive con nosotros y me tira en cara la culpa de todos los problemas familiares... ¡El único placer que tengo en esta vida es llegar a casa y quitarme los pinches zapatos!

........

Los hombres son como los zapatos de tacón: por unos cuantos centímetros las mujeres soportan tanto sufrimiento...

........

Juan y su mujer estaban recogiendo los cachivaches de la bodega y encuentran el recibo de una zapatería de hace once años. Los dos se rieron e intentaron recordar cuál de ellos se había olvidado de recoger el par de zapatos.

-¿Será que todavía tengan los zapatos? -le pregunta Juan a su mujer.

-No creo, pero no está de más preguntar.

Juan va a la zapatería y le da el recibo al dependiente.

-Voy a ver, pero no le prometo nada -advierte el...

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