Ahogado de la risa

Dicen que los adivinos y los políticos se parecen en que, por augurar un buen futuro, te dejan sin un centavo en la cartera. Van unos chistes sobre adivinos para disfrutar del puente.

Zoila Zorrilla era una mujer a la cual la naturaleza no le había dotado de ninguna gracia ni belleza.

Un día, desesperada por la falta de compañía masculina, decide ir a consultar un brujo para ver si este la podía ayudar. El brujo mira en su bola de cristal y le dice:

- Amiga mía, desafortunadamente en esta vida es imposible que tengas el éxito que deseas, pero no todas las noticias son malas; en tu próxima vida, serás una hermosa y exitosa mujer, y los hombres caerán rendidos a tus pies. Por donde quiera que andes, todos los hombres te desearán y se humillarán en busca de tus favores...

Zoila salió de la casa del brujo feliz y dichosa pensando en lo que le depararía su próxima reencarnación.

Pensó entonces que lo mejor sería llegar lo más pronto a esa vida y decidió acabar con la presente lo más pronto posible.

Se fue al río y desde un puente se lanzó para suicidarse, pero en ese momento pasaba una embarcación mercantil repleta de plátanos y al caer a ella se golpeó la cabeza quedando desmayada.

Cuando despertó creyendo estar muerta, sin abrir los los ojos, palpo a su alrededor, y solo tocaba plátanos... Sonrió como jamas lo había hecho, suspiró y aún sin abrir los ojos exclamó:

- Tranquilos muchachos... Tengan calma, sean ordenados... ¡Vengan todos, pero uno por uno!

Llega el Presidente a la casa de la bruja adivina Josefa y le dice:

- Josefa, esta semana soñé varias veces con un palacio y con mucha sal. Por favor, ¿me puedes decir...

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