Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Para todos aquellos que todavía creen en Santa Clos y en los Reyes Magos, les dejamos estos chistes para que no se los vayan a chamaquear:

Era un niño tan feo, pero tan feo que cuando nació, el médico le dijo a su madre:

-Si su bebé no llora en diez minutos, señora, se trata de un tumor.

¿Qué hacen dos epilépticos en una cabina de teléfono?

Una fiesta de espuma.

En la prueba de los 50 metros de estilo libre en natación destacan tres nadadores: el inglés, quien no tiene brazos; el griego, a quien le amputaron las piernas, y el mexicano, quien sólo tiene el tronco del cuerpo.

Dan la salida y, después de unos segundos, el mexicano se hunde, por lo que deciden sacarlo de inmediato.

Con la respiración agitada y escupiendo agua, dice:

¡Abrón, un año entrenando con las orejas y se les ocurre ponerme una gorra!

El encargado de una joyería que ha sido asaltada alerta a la Policía.

Luego de varios minutos, varios agentes llegan y encuentran las ventanas rotas y a un viejito mendigo cerca de la puerta. Uno de ellos señala al posible culpable:

-¡Éste es el ladrón! Llevémoslo a la pileta del parque para que confiese.

Esposan de las manos al señor y lo meten de cabeza dentro de un tambo con agua. Luego lo sacan y le preguntan:

-¿Dónde están las joyas, cabrón?

El viejito no contesta nada, entonces lo vuelven a meter durante más tiempo e insisten:

-¡Habla de una vez, ruco! ¿Dónde están las joyas?

El anciano hace caso omiso, por lo que los policías, ya molestos, lo meten la tercera vez durante dos minutos.

Entonces el viejito levanta una mano y un policía advierte:

-¡Ya va a hablar!

Lo sacan y le preguntan:

-A ver, don, confiese de una vez. ¿Dónde están las joyas? ¿Qué tiene que decir?

El anciano, jadeando...

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