Ahogado de la risa

Para que no se lo madruguen y ande a las vivas, van estos chistes sobre estafadores y otros fraudes cotidianos.

Un muchacho vendiendo periódicos (pero no Metro, eh!) en la calle gritaba:

-¡Extra, extra, 48 personas estafadas en un día!

Un señor que iba pasando se detiene y le dice:

-Dame uno, por favor.

El chico le entrega el periódico al señor y grita de nuevo:

-¡Extra, extra, 49 personas estafadas en un día!

.......

Estaba una señora en la carnicería de un autoservicio y le pide al encargado:

-Déme el pollo más grande que tenga.

-Este es el más grande que hay -dice el empleado, señalando un ave que tenía en el mostrador.

En ese momento el gerente llega y dice:

-No señorita, aquí tenemos los pollos más grandes del país.

Entonces el gerente llama al empleado para que vaya a la bodega, donde le dice murmurando:

-Ése es el único pollo, así finge que trajiste otro de la bodega y véndele el mismo, pero más caro.

El hombre va con la señora y le dice:

-Le encontramos uno más grande, señora.

La señora le responde:

-Déme ese, y también me voy a llevar el otro que me ofreció.

.......

Un vendedor ambulante gritaba:

-¡Bolitas adivinadoras, bolitas adivinadoras, bolitas adivinadoras a 50 pesos!

-¿Qué es lo que hacen esas bolitas? -pregunta un señor.

-Hacen que usted adivine -responde el vendedor.

Entonces, el señor le compra una de las bolitas adivinadoras y al masticarla le dice:

-¡Pero esto es pura tierra!

-Ya ve que sí funciona. ¡Otro que adivina!

-¡Usted me está viendo la cara de idiota!

-Señor, creo que usted tiene un don...

.......

Un ciego pedía limosna en una esquina. Pasa un turista y al querer colocarle la moneda en el jarro de metal...

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