Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Para ser policía se necesitan tres cosas: valor para atrapar maleantes, paciencia para aguantar a los jefes y santidad para soportar diario mentadas de madre. Por ellos nos quitamos el sombrero.

Un niño le dice a un policía:

- Señor policía, en esa calle hay una pelea entre dos hombres desde hace 20 minutos.

El policía le dice:

- Si dices que la pelea era hace 20 minutos, ¿por qué me avisas hasta ahora?

El niño responde:

- Es que mi papá iba ganando.

El policía de investigación más torpe de la fiscalía es el primero en llegar a la escena del crimen en un caso de asesinato. Llega el perito y le pregunta:

- ¿Cuál es la causa de la muerte?

El policía, quien había analizado la zona con ojo de halcón, buscando hasta el más pequeño detalle, le da al perito su dictamen:

- Muerte natural.

El perito, sorprendido, le responde.

- ¡Pero si tiene al menos 15 puñaladas!

El policía, indignado, le responde:

- Por eso, con 15 puñaladas es natural que haya fallecido.

Un hombre conducía su automóvil último modelo por la calle; como el tránsito no era pesado y podía circular libremente, subió la velocidad. El velocímetro marcaba 80, 90, 100, 120 kilómetros por hora. Debido a la emoción, no se dio cuenta cuando se pasó un semáforo en rojo.

Como suele suceder en estos casos, lo paró un policía de tránsito para ponerle una multa.

Sabiendo que no podía permitirse el lujo de deber más dinero, pues aún no había pagado la mensualidad del auto, el hombre piensa en una excusa.

- Disculpe usted, oficial, pero debe de entender que yo soy daltónico.

A lo que el policía responde:

- ¡Oiga, no me quiera ver la...

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