Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Uno como quiera, pero ¿y los viejitos?...

Durante el juicio, un abogado intenta ayudar a una viejecita que en un interrogatorio le cuenta cómo fueron los hechos:

- ¿Cual es su edad?

- Tengo 86 años.

- ¿Podría decirnos, en sus propias palabras que fue lo que sucedió?

- Allí yo estaba, sentada en la mecedora en el porche de mi casa en una agradable noche de primavera, cuando un joven se acercó y se sentó junto a mí.

- ¿Usted lo conocía?

- No, pero el se mostró bastante amigable.

- ¿Qué sucedió después de que él se sentó?

- Él comenzó a acariciar mis piernas.

- ¿Usted lo detuvo?

- No, yo no lo detuve.

- ¿Por qué?

- Se sentía muy bien, nadie me había hecho eso desde que mi esposo murió hace 30 años.

- ¿Qué sucedió después?

- El comenzó a acariciarme los senos.

- ¿Usted lo detuvo entonces?

- No, yo no lo detuve.

- ¿Por qué?

- Bueno, señor Juez, sus caricias me hicieron sentir viva y excitada. No me había sentido así en muchos años.

- ¿Qué sucedió después?

- Bueno, yo me estaba sintiendo tan caliente y excitada que simplemente abrí mis piernas y le dije: hazme tuya jovencito, tómame, hazme el amor.

- Entonces, ¿él la tomó?

- No. El sólo gritó: "Día de los Inocentes" y fue ahí cuando tomé la escopeta y le disparé al desgraciado.

····

Varias personas se detienen frente a un edificio de apartamentos atraídos por los gritos que vienen del balcón del séptimo piso.

Se observa que un hombre trata de tirar para abajo a una anciana. La vieja se agarra con las últimas fuerzas de la baranda y grita. La gente empieza a...

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