Ahogado de la risa

AutorPez Globo

En este sabadito, les dejo estos chistes de desquites maritales. Acuérdense que la venganza es un plato que se come frío.

Una mujer se muere. Al llegar al cielo, San Pedro no está y se entretiene mirando por las rejas. Allí ve un gran banquete, con todos sus familiares y amigos que murieron ya:

En esto que llega San Pedro:

- Hola, qué bien, hola, estábamos esperándote.

Y la mujer le pregunta:

- Qué sitio tan estupendo, ¿qué tengo que hacer para entrar?

- Tienes que deletrear una palabra

- ¿Qué palabra?

- Amor.

La mujer la deletrea correctamente y entra.

Al cabo de los meses, San Pedro le pide que le cubra el puesto por unas horas. Estando ella de guardia, llega su marido muerto.

- Viejo, ¿qué tal, cómo te ha ido?

- Pues bastante bien. Me casé con la maciza de la enfermera que te cuidaba mientras estabas enferma, me saqué la lotería, vendí nuestra casita y me compré una mansión, estaba de vacaciones en el Caribe, haciendo ski acuático y aquí estoy. ¿Qué tengo que hacer para entrar?

- Tienes que deletrear una palabra

- ¿Cuál?

- Parangaricutirimicuaro.

····

Juan, moribundo, exclama:

- ¡Ay María, me estoy muriendo!

- Lo sé Juan.

- ¿Qué puedo yo hacer?

- Quiero que cumplas con mi última voluntad.

- Lo que tu digas, Juan.

- Quiero que cuando yo muera, te cases con Pedro

- Pero Juan, si Pedro es tu peor enemigo.

- Precisamente por eso.

····

Después del desayuno, el esposo dudoso le pregunta a su esposa.

- Mi amor, si yo me muero, ¿tú llorarías por mí?

- Y ella le responde:

- Claro mi amor, tú sabes que lloro por cualquier cosa.

····

La esposa con el esposo:

- Anoche soñé que el domingo, en mi cumpleaños, me regalabas un anillo de...

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